Chirinos: la eminencia médica cayó de su pedestal

Por Jenny Soto

Vale hacer memoria y tenerlo presente, ¿cómo era catalogado Edmundo Chirinos antes de haberse develado como un criminal? Esos mismos medios de comunicación que le dieron fama y un gremio médico que tanto lo aupaba ahora guardan silencio. Fue condenado a 20 años de prisión denunciado por acoso y violencia sexual, sin embargo, a sus 77 años disfruta cómodamente de casa por cárcel.

 La gente de la farándula que se codeaba con Chirinos gozaba de caché. Él fue un personaje importante, de prestigio, era toda una personalidad, honorable y arrogante. Su época más efervescente se ubica en los años 80, cuando se dirigió a lxs jóvenes de la época como la “generación boba”. Con sus polémicas declaraciones acaparó titulares de prensa, entrevistas en televisión y en revistas reconocidas. Protegido por esa fachada de hombre de poder inteligente, ocultaba muy bien su criminalidad. Chirinos abusaba de sus pacientes a quienes les realizaba procedimientos siquiátricos para anestesiarlas, fotografiarlas y violarlas.

Después de haber sido líder estudiantil, con título de médico cirujano,  licenciado en sicología, magíster en neurosiquiatría y doctor en ciencias (títulos obtenidos en la Universidad Central de Venezuela y en las más prestigiosas universidades de Inglaterra, Francia y Estados Unidos), con más de 700 textos escritos, reconocido en las instituciones médicas más importantes del mundo y del país, y después de haber sido correlator de la Nueva Constitución Nacional de Venezuela, ¿quién iba a dudar de esta eminencia médica e intelectual?

Este nefasto galeno famoso por su  trayectoria profesional, por haber sido siquiatra del presidente Hugo Chávez y de otros presidentes venezolanos, por haber sido rector de la UCV, incluso por aspirar a la presidencia del país en el año 88, fue puesto al descubierto por una chica de 19 años que antes de su muerte era una desconocida para el país. Ahora ni sus títulos, ni su gran trayectoria profesional pueden salvarlo de de la evidencia de su anti ética praxis médica.

Como mártir, la joven Roxana Vargas Quintero el 12 de julio de 2008 tuvo que morir para que Venezuela y el mundo supieran la verdadera personalidad que ocultaba este criminal.

Chirinos se aprovechó de la inocencia y la vulnerabilidad de esta joven, quien padecía una depresión muy profunda que dejaba ver en su blog personal en el que relata la fatídica historia afectiva que la unió con este siquiatra, un hombre mucho mayor, con credibilidad, confianza, de posición económica y social que se consideraba invencible.  

A raíz de la muerte de Roxana se investigó el consultorio del siquiatra, en el que el CICPC  halló todas las evidencias que lo culpan, también en su propia casa se encontraron 1200 fotos de pacientes desnudas después de haber sido sedadas por Chirinos. Esta fue la prueba que confirmó que este matasanxs abusaba de sus pacientes desde hacía años.

Detrás de la medicina no solo existe un gran negocio económico: a esto lo acompaña la cultura patriarcal y las relaciones de poder que se ejerce sobre lxs pacientes y particularmente contra las mujeres. Esto nos invita a cuestionar y a dudar de todo lo que nos vendan como perfecto e insuperable.