Guerrilla Comunicacional II

José Leonardo Gua Glianone

Imágenes provenientes de todos los campos culturales se articulan junto a la palabra (recurso único del graffiti político originario) para el cuestionamiento de la publicidad, del orden social y de las coyunturas políticas internacionales y nacionales.

En Caracas: ejemplos actuales de intervenciones culture jamming y agitprop

Desde diversas disciplinas de las artes urbanas se han generado propuestas articuladas como respuesta de resistencia o insubordinación cultural a la globalización neoliberal: tomas musicales, teatro de calle, artes circenses, artes de acción o performance, graffiti (textual, político, hip hop), carteles, intervenciones planas, escultóricas, instalativas y graffiti-esténcil.

Este abanico contracultural callejero, junto a las nuevas prácticas del activismo político de diversos movimientos sociales (ya no partidos políticos), nos ha llevado a entenderla como una noción originaria y propia de posturas anticapitalistas y contrahegemónicas. Sin embargo, para plantear esta posición en torno a esta noción de guerrilla comunicacional nos concentraremos en y desde las prácticas implicadas en la relación arte-política dentro del marco de la imagen bidimensional. Es decir, desde algunas referencias históricas hasta los actores actuales de las prácticas mayormente asociadas al cartel, las intervenciones engomadas y el actual auge sobresaliente del graffiti-esténcil en Caracas.

En la Caracas actual, posteriormente a la difusión globalizada y mayoritaria del graffiti hip hop, ha comenzado a masificarse la noción de arte urbano que se desprende de ese uso anónimo, marginal y espontáneo de los códigos tribales y juveniles urbanos (post-graffiti o street art). Imágenes provenientes de todos los campos culturales se articulan junto a la palabra (recurso único del graffiti político originario) para el cuestionamiento de la publicidad, del orden social y de las coyunturas políticas internacionales y nacionales. La invasión por parte de USA a Irak y Afganistán generó, durante la primera década del siglo XXI, una vasta contestación mundial. No sólo en términos de movimientos sociales y políticos alternativos, sino también de expresiones estéticas urbanas globalofóbicas y altermundistas. Desde donde se diluían las fronteras entre el arte urbano y el activismo político casi como en el Mayo Francés.

Mural y Luces

En la Caracas contemporánea, un acontecimiento político de similar relevancia histórica, como el intento de golpe de Estado de 2002 al Gobierno Bolivariano, ha decantado en los últimos años un auge inédito de arte urbano de todos los tipos, resaltando las modalidades que aquí revisamos de cartelismo, engomados y graffiti-esténcil.

Dos tendencias del auge de estas técnicas pueden identificarse en las calles de acuerdo a las coordenadas socio-económicas de la cultura urbana de la capital venezolana. Muy generalizadamente se aprecia una tendencia más “esteticista”, comúnmente asociada a la cultura de masas (y su crítica) propia de los sectores privilegiados del Este y otra más social, popular y “militante”, propia de las barriadas del Oeste. Sin embargo, resaltan algunos colectivos y artistas individuales que trabajan a largo de toda la ciudad y que mencionaremos de acuerdo a que sus prácticas calzan con, o parten de, la noción de guerrilla comunicacional.

Entre referencias latinoamericanas como Nazza Stencil y el Grupo de Arte Callejero (Argentina), BijaRi y JAMAC (Brasil) o el colectivo Arte Jaguar (México), importantes ejemplos actualmente activos de arte urbano con vinculación social, hoy nos encontramos en la cotidianidad caraqueña con imágenes como la siguiente. Un graffiti-esténcil, en rojo, de un zapato femenino de tacón cruzado con un martillo, en referencia irónica al famoso icono del comunismo internacional. Junto a la consigna graffiti de la comunidad sexo-género-diversa (o LGBTI) militante: “Basta de mural burguesa. Sexo diversidad en las leyes”.

Dejando de lado la mayoritaria y compleja producción de graffiti hip hop en Caracas, que muchas veces implica una guerrilla de la comunicación desde sus códigos tribales y contraculturales de origen neoyorkino (o bien cuando puntualmente se politiza), encontramos algunos colectivos y artistas locales que sobresalen por la cantidad y eficacia de su trabajo callejero. Así como por su proyección hacia el campo del arte, su vinculación con movimientos sociales y su trabajo comunitario.

Apuestas y Propuestas

Arte de Yaneth Rivas

Pueden identificarse dos líneas o tendencias dentro de este grupo de muestra, cuya única diferencia parece consistir en su posición con respecto a la propaganda política. La primera más cercana a la noción del llamado culture jamming y encarnada en individualidades. Vemos piezas callejeras de artistas como Flix, Yaneth Rivas y el-ale, que si bien pueden ejercer estrategias visuales cuestionadoras de la publicidad, la imagen corporativa o problemas sociales concretos, prefieren abstenerse de intervenir directamente en los dilemas de la coyuntura política o partidista nacional y sus guerras de comunicación.

El Ale

Mientras que el-ale se dedica de forma exclusiva a un tipo de graffiti-esténcil muy ingenioso y humorístico que reflexiona sobre contradicciones sociales y culturales de Caracas y de la cultura juvenil (jóvenes Vs. policias, tradiciones Vs. fashion, etc), Yaneth Rivas elabora diferentes tipos de intervenciones del mobiliario urbano a partir del cartel, el engomado y en menor medida, intervenciones con pintura y graffiti. Generalmente con una conceptualización en torno a críticas de la cultura urbana y nacional (violencia callejera, figuras de poder, representaciones sociales) junto a una perspectiva feminista o de género. Flix, por su lado, desarrolla diversos estilos y técnicas de arte urbano de las que resaltan sus graffiti-esténciles transformadores del espacio y la simbología urbana, sus engomados paródicos de las marcas corporativas y sus radicales intervenciones de la publicidad hegemónica que satura la ciudad.

Flix

La segunda tendencia asume sin miramientos una militancia ideológica o partidista y un uso simbólicamente subversivo de la propaganda política, continuando la senda del agitprop bolchevique, el détournement (desviación, tergiversación) situacionista del Mayo Francés y las experiencias anti-represivas y de resistencia cultural latinoamericanas. Explícitamente asociados al proyecto político del Socialismo Bolivariano e involucrados en prácticas intensivas de trabajo comunitario y formación artística y política, en términos de talleres y autogestión comunicacional. En el contexto de un panorama underground que va desde el canal transgresor Ávila TV, núcleo permanente de tribus y colectivos urbanos, hasta ciertos graffiteros y cultores hip hop como el colectivo Hip Hop Revolución y su red nacional de escuelas EPATU (Escuela Popular para las Artes y Tradiciones Urbanas), o el Laboratorio de Artes Urbanas del Núcleo Urbano de Desarrollo Endógeno Cultural Tiuna, el Fuerte (de El Valle), encontramos intervenciones sobresalientes por su eficacia.

Ejercito Comunicacional de Liberación

El Ejercito Comunicacional de Liberación es un colectivo de jóvenes artistas y diseñadores gráficos que se constituyeron como Cooperativa y han adelantado una labor formativa, de trabajo visual y audiovisual en medios digitales e intervenciones urbanas. Realizando festivales, conciertos, exposiciones y conversatorios, también llevan a cabo un trabajo callejero centrado en el graffiti-esténcil a partir de irónicas composiciones simbolistas, con una carga iconográfica compleja y muchas veces inaprensible, de imaginarios libertarios o de izquierda y de personajes de la política nacional e internacional, con técnicas de fondeado y policromía. El colectivo Crea y Combate, por otra parte, asume una función más formativa y comunitaria enfocada en talleres de las diferentes ramas de la comunicación social y la formación ideológica. Pero que incluye talleres e intervenciones urbanas de graffiti-esténcil más cercanas al uso político partidista tradicional: predominancia de la consigna coyuntural o partidista más que ideológica sobre el uso ingenioso de la imagen.

Para terminar tenemos a las distintas brigadas (capitalinas y regionales) formadas y capacitadas en torno al proyecto de guerrilla comunicacional llevado a cabo desde las filas de diseñadores gráficos y comunicadores sociales militantes nucleados en un principio desde el Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social, actualmente unificados bajo el nombre de Comando Creativo.

Comando Creativo

Este colectivo y sus ramificaciones llevan a cabo talleres autogestionados de graffiti-esténcil, autoadhesivos y serigrafía de franelas subversivas, de tal manera que los talleristas a su vez imparten los talleres en su comunidad a nivel nacional y se multiplican viralmente en la formación política y socializando las expresiones urbanas. Estéticamente, a nuestro juicio, realizan las más eficaces intervenciones de graffiti-esténcil (imágenes simbólicas en alto contraste) y engomados (fotomontajes digitales más detallistas) desde una concepción ampliada de propaganda de agitación.
Con estas imágenes diseminadas en la urbe de manera guerrillera contra el ejercito asimétrico de los mass-media hegemónicos, también vinculadas a un texto más ideológico que partidista, intervienen contundentemente los imaginarios libertarios nacionales actualmente reivindicados (el árbol de las tres raíces: Simón Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora, el nuevo indigenismo crítico, las militancias afrodescendientes).Reconstruyen la memoria histórica en la calle y enarbolan ingeniosamente en imágenes gráficas, desde las bases políticas y sociales, las perspectivas ideológicas del socialismo del siglo XXI.