Por Zerpector
Rap pa’ que te duela la azotea
Escribo Rap con R de revolución (2012)
“Si la ley resguarda al de la ganancia, la única justicia que le alcanza a los pobres es: venganza”
Rap trankao, crudo y visceral; zarpazos anticapitalistas desde el Chile de abajo, el de los mapuches, el de los ghettos: ese pueblo que fractura, con su resistencia, el espejismo de democracia y felicidad que el Chile neoliberal pretende vendernos. Portavoz, de origen peruano, es hoy el vocero más visible del movimiento de hiphop chileno que se reconoce heredero de Victor Jara y su huella, y que se identifica militante en la senda del rap político. “Antes de ser rapero, soy pueblo obrero y poblador”. Escribo Rap con R de revolución es una caja de minas terrestres antisistema, teledirigidas para implantarse en la mente y detonar en el corazón. Una de las mayores fortalezas de este disco es la destreza con la que se tejen, a través de buenos beats y un flow dinámico y contundente, categorías centrales del materialismo histórico (explotación, alienación, lucha de clases, etc.) con testimonios y fotografías de una realidad injusta y asfixiante. El rap de Portavoz y sus cómplices es recordatorio de que la llama de una revolución en Chile y en toda América va cobrando fuerza (“los pobres no tienen Patria”).
Excelente disco, recomendado para levantar el ánimo revolucionario después de un día de burocratismos y puertas cerradas.
Imperdibles:
Te quieren (con Dj Cidtronyck)
Rebelarte (con Zonyko y Dj Cidtronyck)
Donde empieza (con Subverso)
El disco negro (2011)
“Mi belleza habla su propio lenguaje (…) es tierna y brutal…”
“El disco negro” es una propuesta concisa, centrada y muy bien articulada, recomendada para escuchar en una sola sentada. El racismo como componente estructural de la sociedad cubana es el hilo conductor de los 12 tracks. Tema puntiagudo en Cuba, donde, hasta hace muy poco, se negaba rotundamente su existencia (me suena conocido). Racismo que persiste en el sistema de justicia, en los medios, en la subvaloración de la cultura y religión afrocaribeña y sobre todo en la propia autoestima del pueblo afrocubano. Ante eso Obsesión plantea una crítica desde la propuesta, desde la alegre rebeldía. El disco negro tensa, además, las fronteras mismas del género. Quiere ser un disco de rap hecho por y para cubanos, y para eso reconstruye instrumental y líricamente lo que se presupone de un rap.
Si es usted un “purista” (bombo y caja, voz molesta, pantalones anchos, etc.), quizás este disco no le cuadre. Pero si entiende, junto a Magia, Alexei e Isnai, que el Hiphop, como cultura, es una herramienta flexible y permeable en cuanto a su forma (siempre y cuando mantenga su esencia e integridad: una perspectiva transformadora y una intención subversiva) entonces bájalo y vacílatelo.
Imperdibles:
Tú con ballet
Víctimas
Mi belleza
Puentera (2012)
“Esto es cumbiarap contra toda dictadura…”
Este disco es, para mí, movimiento y contraste; paisaje subterráneo que fluye en un preciso vaivén lírico: de la intimidad a la intimidación, de la denuncia a la renuncia, del manjar venenoso al vómito curativo.
Bastó su primer disco, La hija del loco (2009), para ubicar a Sara Hebe como una referencia imprescindible en la escena del rap argentino (y latinoamericano). Tres años después nos entrega esta ilación de 15 temas maduros que mueven, al compás de pistas cargadas de fusión y sintetizadores explotados, las bases del laboratorio neoliberal que crió (¿o creó?) “a la generación del 83” (a nosotrxs, los treintañeros): “los noventa me dejaron así…”
Claramente plantada del lado de los explotados, los desaparecidos y los nadies (“prefiero los matices y el color de la protesta”), Sara deja evidencia, con Puentera, de que no solo es posible, sino necesario, apostar al rap (¿y el arte?) como una herramienta de acción-transformación social desde las bases; lejos del panfleto, pero cerca de la gente.Recomendado, tanto para escuchar solx, empiernadx y/o enrumbadx, y contagiarse de su vital arrechera.
Imperdibles:
Asado de fá
Un cambio
Otra vez (cruzar)
Rap pa’ que te duela la azotea
¿Qué tienen en común un chileno, tres cubanxs y una argentina? Distintas coordenadas, experiencias y contextos, que se expresan, no obstante, en la misma y diversa forma ejercer el trabajo cultural como medio para contribuir en la construcción, con versos, loops y samples, de un imaginario nuestramericano (y caribeño) consciente y coherente con su realidad. Tres propuestas de tres grupos bien distintxs entre sí, que buscan, en mi opinión, lo mismo: la búsqueda de una identidad profunda de clase, raza y género que vaya echando el cuento, con distintos ritmos, tonos y volúmenes, del fin de la utopía: su materialización.
PORTAVOZ-CHILE
.jpg)
Escribo Rap con R de revolución (2012)
“Si la ley resguarda al de la ganancia, la única justicia que le alcanza a los pobres es: venganza”
Rap trankao, crudo y visceral; zarpazos anticapitalistas desde el Chile de abajo, el de los mapuches, el de los ghettos: ese pueblo que fractura, con su resistencia, el espejismo de democracia y felicidad que el Chile neoliberal pretende vendernos. Portavoz, de origen peruano, es hoy el vocero más visible del movimiento de hiphop chileno que se reconoce heredero de Victor Jara y su huella, y que se identifica militante en la senda del rap político. “Antes de ser rapero, soy pueblo obrero y poblador”. Escribo Rap con R de revolución es una caja de minas terrestres antisistema, teledirigidas para implantarse en la mente y detonar en el corazón. Una de las mayores fortalezas de este disco es la destreza con la que se tejen, a través de buenos beats y un flow dinámico y contundente, categorías centrales del materialismo histórico (explotación, alienación, lucha de clases, etc.) con testimonios y fotografías de una realidad injusta y asfixiante. El rap de Portavoz y sus cómplices es recordatorio de que la llama de una revolución en Chile y en toda América va cobrando fuerza (“los pobres no tienen Patria”).
Excelente disco, recomendado para levantar el ánimo revolucionario después de un día de burocratismos y puertas cerradas.
Imperdibles:
Te quieren (con Dj Cidtronyck)
Rebelarte (con Zonyko y Dj Cidtronyck)
Donde empieza (con Subverso)
OBSESIÓN-CUBA

El disco negro (2011)
“Mi belleza habla su propio lenguaje (…) es tierna y brutal…”
“El disco negro” es una propuesta concisa, centrada y muy bien articulada, recomendada para escuchar en una sola sentada. El racismo como componente estructural de la sociedad cubana es el hilo conductor de los 12 tracks. Tema puntiagudo en Cuba, donde, hasta hace muy poco, se negaba rotundamente su existencia (me suena conocido). Racismo que persiste en el sistema de justicia, en los medios, en la subvaloración de la cultura y religión afrocaribeña y sobre todo en la propia autoestima del pueblo afrocubano. Ante eso Obsesión plantea una crítica desde la propuesta, desde la alegre rebeldía. El disco negro tensa, además, las fronteras mismas del género. Quiere ser un disco de rap hecho por y para cubanos, y para eso reconstruye instrumental y líricamente lo que se presupone de un rap.
Si es usted un “purista” (bombo y caja, voz molesta, pantalones anchos, etc.), quizás este disco no le cuadre. Pero si entiende, junto a Magia, Alexei e Isnai, que el Hiphop, como cultura, es una herramienta flexible y permeable en cuanto a su forma (siempre y cuando mantenga su esencia e integridad: una perspectiva transformadora y una intención subversiva) entonces bájalo y vacílatelo.
Imperdibles:
Tú con ballet
Víctimas
Mi belleza
SARA HEBE-ARGENTINA

Puentera (2012)
“Esto es cumbiarap contra toda dictadura…”
Este disco es, para mí, movimiento y contraste; paisaje subterráneo que fluye en un preciso vaivén lírico: de la intimidad a la intimidación, de la denuncia a la renuncia, del manjar venenoso al vómito curativo.
Bastó su primer disco, La hija del loco (2009), para ubicar a Sara Hebe como una referencia imprescindible en la escena del rap argentino (y latinoamericano). Tres años después nos entrega esta ilación de 15 temas maduros que mueven, al compás de pistas cargadas de fusión y sintetizadores explotados, las bases del laboratorio neoliberal que crió (¿o creó?) “a la generación del 83” (a nosotrxs, los treintañeros): “los noventa me dejaron así…”
Claramente plantada del lado de los explotados, los desaparecidos y los nadies (“prefiero los matices y el color de la protesta”), Sara deja evidencia, con Puentera, de que no solo es posible, sino necesario, apostar al rap (¿y el arte?) como una herramienta de acción-transformación social desde las bases; lejos del panfleto, pero cerca de la gente.Recomendado, tanto para escuchar solx, empiernadx y/o enrumbadx, y contagiarse de su vital arrechera.
Imperdibles:
Asado de fá
Un cambio
Otra vez (cruzar)
Comentarios
Publicar un comentario